La rentabilidad del proyecto es uno de los aspectos más importantes que toda empresa debe considerar antes de embarcarse en una inversión inmobiliaria.
¿Por qué? Porque conocer cómo sacar la rentabilidad de un proyecto te permite evaluar si la iniciativa realmente va a generar beneficios o si solo consumirá recursos sin ofrecer un retorno.
Sin una comprensión clara de estos conceptos, las inmobiliarias y los inversionistas podrían tomar decisiones arriesgadas que pongan en juego su estabilidad financiera.
¡Y es mucho más que solo hacer números! También implica analizar factores que afectan tanto a corto como a largo plazo.
¿Qué es la rentabilidad de un proyecto?
Se refiere a la capacidad que tiene un proyecto para generar beneficios económicos en relación con la inversión inicial.
Básicamente, se trata de medir si el dinero que vas a invertir se recupera, y cuánto ganarás adicionalmente. Es fundamental para saber puede cumplir con las expectativas financieras de una empresa.
Calcular correctamente la rentabilidad del proyecto y del inversionista permite tomar decisiones más informadas, y puede ser la diferencia entre un proyecto exitoso y uno que no logre los objetivos planteados.
Métodos para calcular cómo sacar la rentabilidad de un proyecto
Existen tres métodos ampliamente utilizados para calcular cómo sacar la rentabilidad de un proyecto.
1. Retorno de inversión (ROI)
El Retorno de Inversión, conocido como ROI, es uno de los métodos más sencillos para calcular la rentabilidad del proyecto. Básicamente, mide la ganancia neta obtenida en relación con el costo total de tu inversión.
Se calcula usando la siguiente fórmula:
- ROI (%) = (Ganancia neta / Costo total de inversión) × 100
Por ejemplo, si un proyecto genera una ganancia neta de $200 millones y el costo total fue de $1.000 millones, el ROI sería:
- ROI = ($200 millones / $1.000 millones) × 100 = 20%
Este cálculo es bastante sencillo y útil para obtener una visión general rápida de cómo sacar la rentabilidad de un proyecto.
Sin embargo, ten en cuenta que no considera el tiempo que se necesita para lograr esos beneficios, lo que puede ser una limitación.
2. Valor actual neto (VAN)
¡El Valor Actual Neto (VAN) va un paso más allá! Calcula la suma de los flujos de caja futuros del proyecto, descontados al presente.
En otras palabras, considera el valor del dinero a través del tiempo, lo que permite tener una idea más completa de la rentabilidad del proyecto.
Se calcula así:
- VAN = ∑ (Flujos de caja netos / (1 + tasa de descuento)^n) – Inversión inicial
Si el VAN es positivo, significa que el proyecto generará más dinero del que cuesta, y por lo tanto, se considera viable. Si es negativo, es mejor que reconsideres la inversión.
Se utiliza para evaluar proyectos a largo plazo, donde el tiempo juega un papel importante en la rentabilidad total.
3. Tasa interna de retorno (TIR)
Es la tasa de descuento que hace que el VAN sea igual a cero. En otras palabras, es la tasa en la que un proyecto recupera la inversión inicial sin pérdida ni ganancia adicional.
La rentabilidad del proyecto inmobiliario y del inversionista se puede evaluar de forma más detallada, ya que permite comparar diferentes tamaños o plazos para ver cuál ofrece un mayor retorno.
Para que un proyecto sea considerado atractivo, la TIR debe ser superior a la tasa de descuento mínima que espera la empresa. Si es menor, el proyecto puede no ser la mejor opción.
¿Qué es la rentabilidad del inversionista?
Cuando hablamos de la rentabilidad del inversionista, nos referimos a las ganancias que una persona o entidad obtiene a partir del capital que ha invertido en un proyecto.
La rentabilidad del proyecto y del inversionista están directamente conectadas, ya que el éxito financiero de un proyecto inmobiliario impacta de forma directa en el retorno que reciben los inversionistas.
Métodos para calcular la rentabilidad del inversionista
Para saber cómo sacar la rentabilidad de un proyecto desde la perspectiva del inversionista, existen dos métodos.
1. Rendimiento de dividendos
El rendimiento de dividendos es un cálculo que mide los ingresos que recibe un inversionista en forma de dividendos en comparación con el precio de la acción.
Se usa frecuentemente para evaluar la rentabilidad del inversionista en empresas que pagan dividendos regulares. La fórmula es la siguiente:
- Rendimiento de dividendos (%) = (Dividendo anual / Precio de la acción) × 100
Si una empresa paga un dividendo anual de $50 millones por acción, y el precio de la acción es de $1.000 millones, el rendimiento sería:
Rendimiento = ($50 millones / $1.000 millones) × 100 = 5%
2. Rentabilidad total
La rentabilidad total incluye tanto los dividendos recibidos como la apreciación del capital. Este cálculo es más completo, ya que considera las ganancias totales obtenidas por un inversionista:
- Rentabilidad total (%) = [(Ganancia de capital + Dividendos) / Inversión inicial] × 100
Por ejemplo, si un inversionista recibe $100 millones en dividendos y la apreciación del capital es de $150 millones por acción, con una inversión inicial de $1.000 millones, la rentabilidad total sería:
- Rentabilidad total = [($150 millones + $100 millones) / $1.000 millones] × 100 = 25%
¡Así de simple! Y lo mejor es que esta medida ofrece una visión global del retorno que obtiene el inversionista, considerando las diferentes formas en que un proyecto inmobiliario puede generar beneficios.
Relación entre la rentabilidad del proyecto y del inversionista
¡La rentabilidad del proyecto y del inversionista están inevitablemente vinculadas! Cuando un proyecto es rentable, es más probable que los inversionistas reciban buenos retornos, ya sea a través de dividendos regulares, apreciación de capital o ambos.
Y para las empresas, asegurar que sus proyectos sean financieramente atractivos es clave para atraer y retener a los inversionistas.
En el caso de los estudios inmobiliarios, conocer estos cálculos permite evaluar si un desarrollo de propiedades o un proyecto de construcción será rentable a largo plazo, lo que atrae a inversionistas interesados en bienes raíces.
Uso de software para cálculos precisos
Hoy en día, calcular la rentabilidad es mucho más fácil gracias al uso de software especializado.
¡No necesitas ser un experto en finanzas! Programas como Excel, QuickBooks, SAP o incluso plataformas más avanzadas como Tableau ayudan a automatizar los cálculos de ROI, VAN, TIR y otras métricas relevantes.
¡Estas herramientas facilitarán tu trabajo! También reducen el margen de error y permiten tomar decisiones basadas en datos precisos.
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